En EL VIAJECITO son sus personajes dolientes figuras enlutadas: la viuda y amigas,  ¿elegantes caballeros de blanco?, embajadores del inquietante nadie; la difunta María, de cuerpo presente; el servicio doméstico y la propia muerte (presente, ausente, elíptica y también corporeizada) simbólica y real, objeto del ensayo.

Planteado formalmente desde el contrapunto dado por los hombres de blanco al de las enlutadas, se estudian las afectaciones sentimentales, el mundo de las apariencias, las relaciones sadomasoquistas… Es, como tal ensayo, un esbozo de acercamiento a los distintos aspectos desde los cuales se puede abordar la muerte en sus diferentes acepciones. Un delirante viaje a los ritos de la muerte, de la transformación. Silencios, gritos, máscaras, gestos, textos...Teatralidad, un territorio para explorar.